Si algo puede poner verdaderamente a prueba el lugar elegido para vivir, es tener que afrontar en ese sitio una cuarentena obligatoria como la del Covid-19 que apareció por España en el 20 y nos encerró en casa, sí en casa o allí donde estuviéramos, por tiempo indeterminado.
Han sido 40 oportunidades de agradecer que este lugar sea CASA. Al cuerpo le cuesta entender los días sin poner en marcha el coche y sin atravesar la entrada principal, pero no se lo cuestiona demasiado porque aquí se está bien; siempre se ha estado a gusto y ahora, esa actualidad siempre ajetreada, nos obliga apermanecer en el paraíso.
La cuarentena ha puesto todo a prueba y aquí se aprueba con sobresaliente. Descubrimos que es posible abastecerse con un solo viaje al supermercado de la más amplia variedad de productos porque aquí siempre se está preparado para complacer a gente llegada de todo el mundo y cultura, lo cual nos garantiza el poder transformar nuestra cocina desde oriental a sudamericana sin necesidad de subirnos a un avión. Y si no queremos cocinar, los servicios de entrega a domicilio hacen su parte.
Lo mismo sucede con nuestra vinoteca, que no solo se nutre de los abundantes y codiciados vinos españoles, sino que puede renovarse y enriquecersecon un trayecto de solo cinco minutos.
Las casas desempolvan todos sus recursos para ponerlos a nuestra disposición en estos días en que ellas vuelven a ser nuestro nido y nuestro refugio; sus jardines, su vista al mar, sus piscinas interiores, el puerto a sus pies, la Marina silenciosa y poblada de peces que se preguntan por nosotros los humanos, los espacios verdes que se esmeran en demostrar que es primavera en medio de un poco de lluvia que enverdece todo y hace explotar vida cuando más la necesitamos.
El silencio y la ausencia de aglomeraciones son estos días valores en alza y aquí hay reservas. Sotogrande, algo entristecido sí (por qué no reconocerlo) en medio de una pandemia que lo sacude todo, nos ofrece el marco seguro, la Farmacia siempre abierta, la vigilancia alerta, los servicios médicos preparados pero no abarrotados, la limpieza actualizada y la certeza de que cuando todo vuelva a la normalidad, volvería elegir cuarenta y mil veces más este lugar como mi casa.